Alguien que se desnuda en la playa puede ser un nudista, pero no necesariamente un naturista. La deformación de los usos linguísticos -o la ignorancia de la ley- nos lleva a menudo a hablar de playas naturistas. En rigor, no existen ni pueden existir legalmente playas naturistas, del mismo modo que no existen ni pueden existir legalmente playas textiles. Ni el naturismo ni el textilismo son delitos, no pueden ser autorizados ni prohibidos. Por tanto debemos hablar de playas más o menos naturistas, según se practique más o menos el naturismo en ellas. Así además recordaremos el derecho de cualquier ciudadano del Estado español a bañarse libremente en cualquier playa.