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Corría el año 1904, cuando en Sudáfrica, cerca del desierto del Khalahari un colono alemán llamado Menhert, observó cómo los hechiceros de las tribus hotentotes utilizaban una planta secreta para curar las afecciones reumáticas, tras repetidos intentos de saber qué planta era, ya que los curanderos se negaban a contárselo, se las ingenió para adiestrar a un perro de forma que siguiera a los hechiceros y así lograr localizar dicha planta. Más tarde aquella planta fue identificada como Harpagophytum procumbens, después de ser profundamente investigada y analizada en Alemania. Desde entonces esta planta no ha hecho más que aumentar su prestigio dentro de la fitoterapia revelándose como uno de los más eficaces remedios contra las afecciones de origen reumático. Debido a que está compuesta por más de 40 sustancias activas entre las que destacan la harpagina, glucósidos monoterpénicos, harpágido y procúmbido... le dan propiedades como analgésico y antinflamatorio, especialmente efectivo en dolores reumáticos crónicos, artrósis cervical y lumbar, reumatismos articulares de cadera, rodilla, etc. con una particularidad, que no provoca ningún efecto irritante de la mucosa gastrointestinal y está completamente exento de efectos secundarios en dosis terapéuticas a diferencia de los antinflamatorios convencionales. También tiene un marcado efecto depurativo, para drenaje de residuos del metabolismo como el ácido úrico, responsable de la gota, y de otras sustancias nocivas para el organismo. Así como antiespasmódico con efecto relajante sobre espasmos o cólicos intestinales e hipolipemiante (hace bajar la tasa de colesterol) y regenerador de la pared arterial, lo que le hace muy recomendable en el tratamiento de la arteriosclerosis. Esta planta puede encontrarse con facilidad en cualquier herbolario y está disponible en gotas, comprimidos, cápsulas o en planta suelta para decocción y se puede tomar tanto por vía interna (aunque es muy amarga, por lo que recomendamos las cápsulas o comprimidos) como de forma externa en forma de cataplasma o compresas.