Originaria del norte de África.
Forma parte de las compuestas Tabilifloras como los cardos, árnica, las maravillas, los ajenjos...
Su antepasado es el cardo común, de echo, algunas alcahofas menos evolucionadas tienen una espinita al final de las hojas.
Su acción principal se concentra en el hígado y en la vesícula biliar: hepatitis, vesícula biliar perezosa, regenera la célula hepática, hígado graso, ictericia, colelitiasis e insuficiencias hepáticas.
Pero además tiene todas estas maravillosas acciones sobre nuestro cuerpo:
- - Participa en el metabolismo del colesterol, reduciéndolo.
- - Participa en el metabolismo de la urea.
- - Tiene acción diurética por su contenido en sales de potasio.
- - Regenera los tejidos, por tanto es rejuvenecedora.
Las alcachofas cocidas, el troncho, y el agua de cocimiento, son un excelente alimento para los diabéticos, porque disminuye el azúcar. Los cardos también.
Además tiene acción antitumoral, bactericida, tónica, laxante, aperitiva y febrífuga.
Su única contraindicación es en el tiempo de lactancia, pues cuaja la leche.
La mejor forma de usarla en terapéutica es el extracto de alcachofera, pues al ser de hoja dura, para hacerla en infusión antes habría que cocerla, y entre tanto perderíamos principios activos.
Por último quiero recomendaros a todos que comáis más alcachofas y que os bebáis su jugo, pues vuestro hígado os lo agradecerá y todo lo que porta es beneficioso para el organismo en general.