El proceso de dar a luz es una actividad normal, natural y en gran parte espontánea que se asemeja mucho al proceso de defecar. Hago esta desagradable comparación no porque pretenda tener mal gusto sino para recalcar el hecho de que dar a luz es tan corriente fisiológicamente como tener un movimiento intestinal. Es obvio que el parto es inherentemente más agotador, más prolongado y más intenso, pero en condiciones normales es tan seguro en sus resultados. Son necesarios muchos de los mismos músculos que son necesarios para defecar. Produce sensaciones que son muy similares a las ganas de defecar.
Si esto es verdad, ¿por qué el parto se ha convertido en un acontecimiento tan traumático, doloroso y debilitante que puede dañar tanto a la madre
como al niño? ¿Cómo es que el parto moderno requiere generalmente alguna clase de intervención quirúrgica? Con esto no me refiero sólo a operaciones
completas, sino también a las numerosas manipulaciones y medidas de fuerza que se emplean a menudo en los supuestos "partos naturales."
Es muy importante darse cuenta que, en condiciones normales, el parto no requiere intervención de ninguna clase. "Coger al niño" es todo lo que
tendría que hacer la comadrona. Hacer rotaciones manuales, interna o externamente, manipular los hombros, orientar la cabeza, estirar el perineo y
otros procedimientos semejantes no son de ninguna manera una parte normal del proceso de nacimiento. Si tenemos en cuenta que los seres humanos
en el pasado remoto, viviendo en estado natural, desconocían los mecanismos o las complejidades del nacimiento y, por tanto, eran incapaces
de intervenir de forma constructiva durante el parto, debemos concluir que la Naturaleza diseñó el nacimiento para ser un proceso enteramente espontáneo.
Esto es así en el caso de los animales en la naturaleza, que dan a luz sin ayuda. Sin duda lo mismo podría aplicarse a las mujeres.
Un nacimiento totalmente normal y natural ocurre tan pocas veces en este país (U.S.A.) que es toda una rareza. Para los criterios médicos,
todo excepto una cesárea o un alumbramiento con fórceps es considerado una parto "normal." No importa cuánto dolor la mujer experimente,
no importa lo que dure el parto, no importa cuánto daño se haga al canal del parto, si el bebé es azotado como si no, si se tropieza o no con alguna
dificultad al obtener la placenta y no importa cuánta intromisión sea necesaria para lograr un nacimiento. Mientras se evite una operación grande,
el nacimiento se sigue considerando "natural."
Una vez asistí a una clase para partos donde una mujer que recientemente había dado a luz en casa estaba relatando su experiencia. Parecía que había
tenido éxito en tener un parto "natural," aun cuando el parto duró dos días, aun cuando fue necesaria una tremenda presión fundal para expulsar al niño
(esto supone empujar hacia abajo sobre el útero a través del abdomen para forzar al niño a salir por el canal del parto), aun cuando le administraron
inyecciones de pitocina (para estimular las contracciones uterinas), y a pesar del hecho de que se produjo un desgarramiento extenso. Sí, no cabe duda
de que evitó ingresar en un hospital y, por lo tanto, pensó que había logrado un parto natural. Su último comentario fue este, "fue
una experiencia maravillosa y os animo a que tengáis un parto natural en casa." Francamente, lo que contó me pareció todo menos maravilloso,
y no veo cómo puede esperar que otras mujeres estén deseando pasar por una experiencia tan penosa.
El parto natural, y los partos en casa son muy populares hoy en día, y la demanda de comadronas competentes de parto en casa es mayor que la oferta. Las clases de "preparación al parto" se enseñan en casas, escuelas e incluso hospitales. Nos dicen que una preparación completa disminuye el riesgo de complicaciones durante el parto. Estoy de acuerdo con esta afirmación, pero insisto en que el aspecto más importante de esta preparación debería ser alcanzar un alto nivel de salud. Más importante que aprender los mecanismos del nacimiento, más importante que practicar rutinas respiratorias, y más importante que conseguir sábanas y toallas esterilizadas, es la consecución de una salud perfecta. Si una mujer empieza el parto en una mala condición física, el proceso de dar a luz es probable que sea una tarea trabajosa y dificultosa a pesar de la adecuada preparación previa, en el sentido usual de la palabra. En cambio, una mujer que no sepa nada sobre partos, pero que llega al final en una forma espléndida y en un estado ejemplar, es probable que tenga una experiencia fácil y gozosa del parto.
Al decir que la salud es el requisito más importante para el éxito del parto, queremos decir que la preparación verdaderamente adecuada debe empezar con bastante antelación al embarazo. Dejar de fumar y de beber (alcohol), dejar de comer alimentos refinados, evitar la sal, evitar todos los medicamentos, descansar y dormir lo suficiente, etc. -todo esto resultará muy beneficios para la mujer que ha concebido. Pero )por qué esperar hasta la concepción para dejar de hacernos daño y empezar a satisfacer todas las necesidades del cuerpo? )Por qué no adquirir un nivel alto de salud antes de quedarse embarazada y así proporcionar al niño que aún no ha nacido un ambiente interno perfecto desde el momento de su concepción? Esperar hasta que el embarazo empiece con frecuencia es demasiado tarde para alcanzar las metas de salud deseadas. El cuerpo no llega a estar bien nutrido de repente, como tampoco se limpia o se acondiciona físicamente de repente. Estos son procesos fisiológicos que llevan tiempo. Es más, el embarazo a menudo limita la aplicación completa de medidas saludables. Una mujer embarazada no puede ayunar, excepto por breves periodos. Aunque conozco a varias mujeres que han ayunado hasta dos semanas al principio del embarazo, con buenos resultados, no lo aconsejaría en la gran mayoría de los casos. El embarazo también limita la prerrogativa de una mujer a perder peso y a ponerse en forma físicamente. Tener salud debería convertirse en el objetivo prioritario antes de la concepción.
La mala salud y el mal acondicionamiento causan la mayoría de los problemas que ocurren durante el embarazo. La pre-eclampsia y la eclampsia (toxemia del embarazo) son el resultado directo de hábitos poco saludables durante el embarazo. Este estado, caracterizado por algún grado de edema (hinchazón), presión sanguínea alta y albuminuria (proteína en la orina) se debe al consumo de grandes cantidades de proteínas, sobre todo de origen animal, al uso de sal y a la ingestión de medicamentos. Todo lo cual estoy seguro que podría evitarse en la mayoría de los casos si se sigue una dieta sana.
Las malas posiciones del feto, que pueden impedir o suspender el proceso del parto, también se pueden relacionar con el estado general de la madre. El feto puede adoptar una posición transversal (imposibilitando el parto de forma natural) porque el tono de las paredes uterinas no es adecuado para forzar la cabeza hacia abajo. Normalmente, el músculo uterino proporciona bastante resistencia para permitir a la gravedad bajar la parte más pesada del feto, la cabeza. Sin embargo, cuando el tono muscular del útero es débil, el órgano puede "ceder" anormalmente, pudiendo ocasionar una posición transversa del feto. Estos incidentes se suelen considerar como "accidentes" cuando la realidad es que son una cuestión de causa y efecto.
La distocia, o parto prolongado, con frecuencia es el resultado de una desproporción cefalopélvica, en la que el feto es literalmente demasiado grande para franquear rápidamente el canal del parto. La mayoría de las veces esto es debido a un aumento excesivo de peso durante el embarazo que produce un niño excesivamente grande y una madre excesivamente gorda. Un niño pequeño y ligero representa la norma biológica para los seres humanos al nacer, igual que para el resto de los animales. Un peso de nacimiento de unas 6 libras (3 kg aprox.) es lo ideal. Sin embargo, en la actualidad no es raro encontrarnos con nacimientos en los que el peso del recién nacido es de 8 (3,5 Kg aprox.) , 9 (4 kg aprox.) o incluso 4,5 kg. Estos bebés tan grandes y tan cargados de grasa no están sanos. A menudo resultan dañados en el proceso del nacimiento. La tendencia básica hacia la fláccidez e hinchazón persistirá en algunos casos indefinidamente.
El aumento excesivo de peso durante el embarazo es el resultado de comer en exceso. Por regla general se recomiendan demasiados alimentos en las clases de parto natural, sobre todo alimentos altos en proteínas. Una mujer embarazada realmente necesita sólo algunos alimentos más que en circunstancias normales. Si suponemos que una mujer aumenta 20 libras (9 kgs) durante el curso de un periodo gestacional normal de 280 días, esto equilvadría a un aumento de peso de algo más de una onza por día, por término medio. )Cuánto alimento adicional se necesita para aumentar una onza al día? Evidentemente, no mucho.
No hay ninguna razón para aumentar las proteínas en la dieta de una mujer embarazada. La densidad de proteína del feto es realmente menor que la de la madre. Suponiendo que esté comiendo una dieta de alimentos naturales integrales, en gran parte o completamente sin cocinar, obtendrá fácilmente la proteína adicional que necesita aumentando el consumo de alimentos proporcionalmente. Demasiada proteína supone un gran estrés para el hígado y los riñones. Puesto que la mujer embarazada ya tiene la carga de eliminar los productos de desecho del feto además de los suyos, es estúpido aumentar esta carga comiendo proteínas en exceso.
En su libro "Obstetrics" Williams ofrece la siguiente información sobre el aumento de peso materno durante el embarazo:
"Durante un embarazo normal con un solo feto un aumento de peso de casi 18 libras (8,1 Kgs) puede ser considerado normal debido a los cambios fisiológicos inducidos por el embarazo. Incluyen un aumento de casi 11 libras (5 Kgs) de los contenidos intrauterinos correspondiendo al feto 7.5 libras (3,4 Kgs) , a la placenta un poco más de 1 libra (450 grs) , y al líquido amniótico 2 libras (900 grs) , además de la contribución materna de 7 libras (3,1 Kgs) que corresponde al aumento de peso del útero (2 libras - 900 grs- ), la sangre (3 1/2 libras - 1,6 Kgs) y los pechos (1 y media - 680 grs-). La expansión moderada del líquido intersticial en la pelvis y extremidades inferiores atribuible directamente a una mayor presión venosa por el mayor tamaño del útero durante el embarazo es algo normal. En la mujer ambulatoria es más probable añadir 2 (900 grs) ó 3 (1,36 Kgs)libras más. Por consiguiente, existe una base fisiológica para un aumento de peso materno de 20 libras (9 Kgs)."
En el caso de una mujer que siga un estilo de vida sano con un peso de nacimiento más pequeño, estas cifras serían más bajas, especialmente en lo que se refiere a la cantidad de retención de fluido materno. La mayoría de las mujeres experimentan de un ligero a un moderado grado de edema durante el embarazo que ha sido aceptado como normal. Para una mujer que haga una vida sana cuyo peso sea normal antes del embarazo, podemos suponer que un aumento de peso de unas 18 libras (8,1 Kgs) representa el ideal fisiológico. Sin embargo, hoy en día encontramos a mujeres que aumentan 30 (13´6 Kgs) , 40 (18,1 Kgs) o más libras durante el embarazo con las bendiciones de sus médicos. Estas mujeres están gordas, infladas, excesivamente hinchadas y a menudo hipertensas. Sufren de disnea, dolores de espalda, estreñimiento, dificultad al dormir y al andar. Durante sus partos largos y penosos sufren tremendamente y a menudo requieren alguna clase de intervención para facilitar el nacimiento. Las malas posiciones del feto (como occiput posterior) son comunes entre este grupo. Sus bebés también están gordos e hinchados. Es imposible mirar a estas mujeres a punto de dar a luz sin compartir su angustia. Una mujer embarazada debería tener un aspecto absolutamente radiante, pero estas mujeres parecen cansadas e inválidas. No es extraño que en los tiempos modernos el embarazo haya llegado a ser considerado como una enfermedad y el nacimiento como una operación quirúrgica.
El ejercicio durante el embarazo es otro tema polémico. Todos los instructores de partos dan a las futuras mamás ejercicios para hacer, pero en la mayoría de los casos no son lo bastante vigorosos para acondicionar de forma adecuada a la mujer. Corresponde a cada mujer embarazada fortalecer los músculos del abdomen, espalda, muslos y nalgas. Ponerse de cuclillas es un ejercicio excelente durante el embarazo, sobre todo porque las mujeres dan a luz de cuclillas o semi en cuclillas. Haciendo 50 o más sentadillas con las piernas abiertas y los pies hacia fuera desarrollará los músculos de los muslos y la espalda mientras que al mismo tiempo estirará los músculos aductores en el interior de los muslos. Los encogimientos o encogimientos parciales desarrollarán los abdominales y se pueden hacer sin peligro durante todo el embarazo. Es mejor hacer el ejercicio con las rodillas elevadas para evitar una tensión innecesaria en la zona lumbar. Para desarrollar el psoas y los abdominales inferiores, tumbarse boca arriba y hacer levantamientos de piernas. Los aductores se pueden fortalecer adoptando la postura del "loto" (pies juntos, talones juntos, rodillas separadas.) Coloca las manos en la parte externa de las rodillas e intenta bajar las rodillas hasta el suelo ejerciendo resistencia suficiente con las manos para hacerlo difícil. Tu marido u otra persona pueden proporcionar esa resistencia. Un buen ejercicio de estiramiento puede realizarse agarrándose al pomo de la puerta con una mano y entonces oscilar la pierna opuesta y el muslo en un arco de lado a lado como un péndulo. Entonces se repite el ejercicio con el otro lado. Estos y otros calisténicos deberían hacerse repetidamente para lograr un alto nivel de salud. Caminar a cuatro patas (sobre las manos y los pies) es un ejercicio excelente que trabaja una amplia gama de grupos musculares. Hacer 'jogging', hacer bicicleta, nadar y dar paseos enérgicos son excelentes actividades "aeróbicas" y no hay razón alguna por la que la mujer embarazada no pueda participar de lleno en estos deportes sanos. Veamos lo que el Dr. Beadley dice en su libro "Husband Coached Childbirth" sobre la posibilidad de dañar al feto mediante una actividad vigorosa:
"Aleja de la mente la idea de que si tu esposa embarazada se cae patinando, esquiando o lo que sea, dañará al bebé. Desde luego si no sabe cómo caerse correctamente puede herirse -lo mismo que si no estuviese embarazada. A lo largo de toda mi carrera jamás he conocido a ninguna mujer que haya dañado al bebé por un trauma externo. El agua salada (el líquido amniótico) en el que el bebé está flotando igual a la presión local.
Esta idea de caerse y de perder el bebé es una superstición que probablemente empezó con la película Lo que el viento se llevó. Rhett Butler daba a su mujer un empujón en la parte superior de las escaleras y oportunamente tenía un aborto involuntario al pie de las escaleras. Inmediatamente después las consultas de los médicos y las salas de urgencia de los hospitales se llenaron con mujeres embarazadas sin estar casadas que habían sido golpeadas pero que aún seguían estando embarazadas. No funcionará."
Recuerde que el ejercicio tiene un efecto tónico tanto en los músculos involuntarios como en los voluntarios. Un útero hipotónico, o durante o inmediatamente después del parto, no es probable que ocurra en una mujer que esté en plena forma. De modo que salga fuera y haga ejercicio durante el embarazo y adquiera gradualmente fuerza, resistencia y flexibilidad que le servirán admirablemente durante el parto.
Las necesidades dietéticas de una mujer embarazada no son radicalmente diferentes de sus necesidades en circunstancias normales. Pero las consecuencias de las deficiencias dietéticas son más profundas. Lo ideal sería comer una abundancia de alimentos crudos, incluyendo frutas, verduras, frutos secos, semillas y brotes. Las verduras de hojas verdes son especialmente importantes. Por regla general, deberían consumirse dos grandes ensaladas al día. Conviene evitar una dieta demasiado estricta. Una mujer que haya estado consumiendo la dieta convencional no debería cambiar bruscamente a una dieta de exclusivamente frutas, frutos secos y verduras crudas durante el embarazo. Aunque una dieta de alimentos crudos es la ideal, una mujer que no esté acostumbrada a ella no podría extraer y asimilar inmediatamente todos los nutrientes que necesita.
Es innecesario e indeseable saturarse de "suplementos dietéticos" durante el embarazo. Recetan a la mujer embarazada grandes cantidades de calcio ignorando el hecho de que el esqueleto del feto es principalmente cartiliginoso.
En Oregón, donde asistí a partos en casa con un doctor naturópata presencié varios casos de depósitos de calcio en la placenta, un estado patológico. En todos los casos, habían recetado dolomita o algún otro suplemento de calcio. Nunca he observado esto en casos donde la dieta de la madre estaba compuesta sólo de alimentos ricos en calcio. Es posible que esta calcificación anormal pueda afectar a la circulación del feto. Mi consejo es añadir la dolomita al suelo de su jardín y entonces cultivar verduras de hoja verde. Esto hará que disponga de un calcio orgánico que su organismo puede utilizar sin causarle perjuicio alguno.
Hay otros aspectos que me gustaría comentar respecto al desarrollo del parto. Durante muchos años, fueron populares entre los círculos de partos naturales modelos de respiración elaborados y complicados. De entre todos destacaba el método Lamaze. Afortunamente, estos métodos están cayendo en descrédito. Recuerde que respirar es un proceso automático y tanto si está comiendo, durmiendo como dando a luz, su cuerpo es plenamente capaz de regular su propia respiración. La hiperventilación es el peligro más obvio de estas rutinas de respiración forzadas.
Hasta que el cuello uterino esté completamente dilatado, la mujer debería tratar simplemente de relajarse. Empujar de forma prematura puede dañar el canal del parto y puede ejercer una presión innecesaria en la cabeza del feto. Una respiración profunda, lenta y relajada es todo lo que necesita en la primera fase del parto. No hay necesidad de que la mujer permanezca recostada. El Dr. Robert Caldeyro-Barcia del American College of Obstetricians and Gynecologists informó recientemente que "la eficacia de las contracciones es mayor en la posición vertical. Una mayor eficacia unida a una fuerza mayor de la gravedad y un ángulo paralelo entre las columnas vertebrales del feto y de la madre producen una brevedad significativa de la primera fase del parto."
Andar durante las contracciones en la primera fase del parto tiene un efecto de suave estiramiento sobre el cuello uterino además de servir para aliviar la tensión de la futura madre.
En el embarazo de una mujer sana, la consideración más importante durante la segunda fase del embarazo (la expulsión real del bebé) es como evitar una expulsión precipitada. A veces es necesario desanimar a una mujer a empujar tanto para evitar causar desgarros vaginales o perineales. Acostarla ayuda a retrasar el nacimiento si fuera necesario.
Aunque es mejor evitar las luces brillantes, es igualmente imprudente tratar de dar a luz en la oscuridad (o casi). Un buen amigo mío estuvo a punto de perder a su hijo durante el parto debido a que la escasa luz le impedió reconocer inmediatamente una condición de asfixia. La luz ha de ser la adecuada para que la comadrona puede observar sin dificultad cómo va el parto, el estado de la madre y el estado del niño.
El baño Leboyer se ha convertido en un aditamento muy popular al parto natural. Aunque no tengo nada que objetar a este procedimiento, no creo que sea tan indispensable como sus defensores nos han hecho creer. )Por qué tratar de simular las condiciones uterinas para un bebé al que la Naturaleza ha considerado listo para funcionar en el mundo exterior? En mi opinión ser abrazado en la suave tripa de la madre es mucho más tranquilizador que un baño.
La experiencia de mi querida esposa Margaret servirá como un ejemplo apropiado de la eficacia de un estilo de vida sano durante el embarazo y el parto. Margaret tuvo un embarazo agradable durante el cual realizaba ejercicios físicos vigorosos diariamente. El mismo día del parto salió a correr. No tuvo dolores de espalda, ni náuseas, ni vómitos, ni hichazón ni dificultad en respirar. Su aumento de peso fue de 18 libras (8,1 Kgs). Dio a luz de forma natural en casa y desde la primera auténtica contracción de parto hasta la expulsión de la placenta pasaron 3 horas y media. Experimentó algún dolor en las contracciones durante la primera fase del parto pero dice que "venían bien" para empujar al niño. Mark Shelton Cinque nació a las 3 de la mañana el 12 de mayo de 1974, pesando 3 kilos y 100 gramos. Estuvo extraordinariamente brillante y alerta desde el momento de su nacimiento y así ha continuado los cinco años que lleva con nosotros.
Fuente:
Copyright @ 1986 LIFE SCIENCE INSTITUTE. La Ciencia de la Nutrición ONCEAVA PARTE: BEBÉS Y NIÑOS SANOS. QUINCUAGÉSIMA QUINTA LECCIÓN:
Cuidados prenatales para que el bebé y la madre gocen de buena salud y el parto sea menos doloroso. PROFESORA: Joyce M. Kling.
Traductora: Natividad Casado Sierra. Editorial Higea: www.higea.org