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TÍTULO DEL ARTÍCULO

Mi experiencia positiva con la biodanza

sugerido por José Manuel Casado Sierra
en la fecha 12-09-2013

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Fuente:
www.bancodeimagenesgratis.com

Me acuerdo cuando fui por primera vez a un encuentro de Biodanza. Me invitó una amiga y acudí acompañado de un amigo. El entorno era muy bonito y natural pues el encuentro se desarrolló en el pueblo de Manzanares del Real, en un centro con jardín repleto de madroños deliciosos y una amplia sala de acitividades.

Eramos varias personas, yo diría que unas diez entre hombres y mujeres. Empezamos paseando por la sala de forma tranquila, moviéndonos de forma sencilla y relajada, soltando nuestro cuerpo y mente con música de fondo, la cual fue variando según la danza que hacíamos.

El terapeuta nos ayudaba con su ejemplo y ánimos a soltarnos a dejarnos fluir permitiendo que la mente no pensara demasiado. Cada uno bailaba a su manera, haciendo movimientos según surgieran, de forma improvisada. Era divertido. Nos reíamos. Descargábamos tensiones. Creábamos vínculos entre todos intensificándose paulatinamente un ambiente de alegría, amor y positividad.

Hacíamos ejercicios en pareja, en grupo. Nos pintábamos el cuerpo, dibujando en la piel del otro aquello que sintiéramos. Nos abrazábamos, nos acariciábamos, nos mirábamos, sonreíamos, gritábamos, cantábamos. Era maravilloso. Sentíamos en el aquí y ahora.

Salimos al exterior, al jardín. Era un día soleado, cielo azul, temperatura agradable. De fondo, el cantar de los pajarillos. El aroma de las plantas, flores y los árboles madroños. Todo era perfecto. Rodeábamos a un participante, le abrazábamos entre todos. Hacíamos un círculo entorno a una persona, creábamos vínculos. Cerrábamos los ojos, nos dejábamos caer en los brazos de los demás. Eramos niños y niñas jugando, riendo, soñando. El momento era lo importante. La mente se calmaba. Las preocupaciones se apaciguaban. El mañana era espléndido. Todo era perfecto.

Hicimos un descanso y comimos todos juntos sobre el césped, relajados, felices, creando un ambiente amenoy acogedor. Después de este encuentro, volví a mi casa con una sensación de alegría, de amor, de pureza que transmitía a los demás.

Desde pequeñitos estamos condicionados con prejuicios, miedos, leyes y normas que nos esclavizan, atan y nos desconectan de nuestra esencia natural y divina que es el AMOR, la FELICIDAD y la SALUD. Con la Biodanza podemos ir liberándonos de ese peso y de esas cadenas impuestas para volver a esa inocencia, pureza y amor. Sin duda, recomiendo la Biodanza para todos y todas, grandes y pequeños.

Fuente: Autor del artículos José Manuel Casado Sierra, Cofundador de la revista RedAlternativa y del portal RedAlternativa.com. Cofundador de la editorial y centro Higea. Escritor, conferenciante y Experto y Asesor en las Ciencias de la Nutrición y Ciencias de La salud.




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