El camino hacia la salud
por Natividad Casado
Recientemente en los medios de comunicación de todo el mundo se publicaba la noticia del nacimiento de ANDi, el primer mono transgénico, creado con el fin de provocar en él una enfermedad determinada, generada mediante inserción en el embrión de los genes que supuestamente producen esa patología y probar el efecto que tiene sobre ella nuevos fármacos específicos. Una nueva excusa para justificar la crueldad con otro ser vivo que tiene la "desdicha" de no ser humano y que por ello puede ser tratado como al científico de turno le parezca, como si fuese un objeto carente de sentimientos y de dolor. La eterna historia de una terapia mágica o milagrosa que nos permita seguir viviendo transgrediendo todas las leyes de la naturaleza y que suprima todas las enfermedades del mundo.
Lamento informaros que eso es imposible. No se puede transgredir una ley y pretender que no ocurra nada. Un ejemplo reciente lo tenemos en las "vacas locas." Animales vegetarianos alimentados con piensos de origen animal. Es lógico que enfermen. Es exactamente lo que sucede con los seres humanos.
Según el Dr. Gerard Schatten, jefe del equipo de especialistas creadores del pobre ANDi, con este experimento pretenden "descubrir la sucesión de acontecimientos que conducen a enfermedades como la diabetes, las patologías del corazón e, incluso, las de tipo mental." Se han propuesto vendernos la idea de que todas las enfermedades que padece el ser humano son debido a la presencia de algún gen defectuoso en su ADN olvidándose por completo de la realidad: No son los genes, ni los virus, ni las bacterias, ni los priones los que causan las enfermedades sino el estilo de vida tan abusivo y tóxico que sigue la mayoría de la humanidad.
Esto es un hecho y pretender negarlo es lo que ha conducido a la humanidad a tal estado de degeneración, perversión y crueldad hacia los de su misma especie y hacia el resto de las especies (animales y plantas). Pretender comer cadáveres (todos los alimentos de origen animal lo son), alimentos desnaturalizados, beber agua impura, refrescos, alcohol, tomar drogas legales e ilegales, trabajar las 24 horas y esperar gozar de una salud radiante suprimiendo los síntomas con toda clase de remedios o terapias es imposible. Más tarde o más temprano el cuerpo pasará factura como está sucediendo ahora con las vacas, a las que seguirán el resto de animales usados para consumo humano, alimentados y tratados de forma inhumana. Eso es lo que le espera a esta humanidad decadente sino comienza desde ya mismo a hacer los cambios necesarios para reconciliarse con la Naturaleza y todos sus habitantes.
Si queremos gozar de una salud radiante el primer cambio que podríamos hacer es comer aquellos alimentos a los que nuestro organismo está adaptado fisiológica y biológicamente: frutas, verduras, frutos secos, semillas, cereales y legumbres. A este le podrían seguir otros destinados a mejorar la calidad de nuestra vida como pasear por el campo, dormir las horas necesarias, adoptar una actitud positiva ante las pruebas que la vida nos depara, y , sobre todo, tomar conciencia de que con nuestro estilo de vida podemos contribuir decisivamente al bienestar de miles de millones de seres vivos, humanos o no humanos, que tienen derecho a estar sanos y a vivir en paz y en armonía.
No permitamos que la ambición de unos cuantos domine nuestra vida. Todos los Grandes Maestros que ha tenido la humanidad, desde Jesús hasta Gandhi, han defendido un estilo de vida en armonía con la Naturaleza en el que el AMOR hacia todos los semejantes, incluidos animales y plantas, era el factor predominante. No permitamos que la teoría del bienestar se convierta en el "Matrix" de este milenio: un bienestar falso sustentado con el sufrimiento y la muerte diaria de miles de seres vivos.
Fuente: Nos lo facilitó su autora Natividad Casado: Escritora, traductora y experta en las Ciencias de la Salud.