COVID-19: ES POR TU SEGURIDAD
01/07/2021
por Natividad Casado
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Desde el sábado 26 de junio de 2021 se nos permite pasear de nuevo al aire libre sin mascarilla. Después de meses de restricciones podemos disfrutar, aparentemente, de una pequeña dosis de libertad. Recalco lo de aparente porque desde los medios de comunicación siguen insistiendo en que no podemos bajar la guardia pues cada día aparecen cepas nuevas como por arte de magia y, por supuesto, miles de casos a nivel mundial, etiquetados como contagios. Como resultado mucha gente continúa saliendo con la mascarilla y muchos otros, ni salen. Es un hecho que he podido constatar por mí misma. Tal es el pánico y terror que han infundido en la gente.
Claro que era de esperar. Estos que supuestamente velan por nuestra seguridad, no pueden permitirse que nos descontrolemos y, por eso, nos sueltan la correa un poquito pero sin exagerar, no vaya a ser que se descubra todo el pastel: que nunca ha existido una pandemia y que lo único que siempre han pretendido es meternos el miedo en el cuerpo y en la mente para poder seguir mangoneándonos a su antojo.
Su famoso eslogan «Es por tu seguridad» con el que llevan bombardeándonos continúa, machacona y constantemente desde hace varios meses cuando vamos a cualquier sitio público para tener manga ancha para imponernos restricciones y prohibiciones a diestro y siniestro, es la típica excusa que todos los gobiernos dictatoriales esgrimen para justificar sus actos.
Con el pretexto de esa falsa pandemia están pisoteando y vulnerando constantemente nuestros derechos. Lo último es el famoso «pasaporte sanitario europeo», un arma biopolítica, cuyo único fin es seguir controlándonos aún más y seguir recortando nuestras libertades y nuestros derechos contando con el beneplácito de muchas personas que, aunque admiten que hay muchísimas incongruencias, siguen apoyando a estos malhechores, sometiéndose a ellos como fieles y sumisos corderitos, aceptando toda clase de chantajes como ponerse una vacuna como requisito imprescindible para poder trabajar o viajar con tal de volver a su «antigua normalidad» ignorando el hecho de que esta cesión continúa de sus derechos va a ser su perdición.
Lamentablemente, no se dan cuenta de esta triste verdad o, tal vez, prefieren ignorarla ya que no es algo fácil de aceptar: hace mucho tiempo que la inmensa mayoría de los gobiernos del planeta dejaron de velar por nuestra seguridad y, mucho menos, por nuestro bienestar. Se han apuntado al carro de esta farsa sin hacer preguntas para así poder justificar estas draconianas medidas de «seguridad» argumentando que es la única manera de protegernos de este «virus súper maligno» que supuestamente está arrasando con la mitad del planeta.
Por la única seguridad y bienestar por la que se preocupan es por la de que sus bolsillos estén bien repletos de dinero sin importarles un bledo los daños y perjuicios que esto conlleva. Al fin y al cabo, para esta panda de prepotentes egoístas codiciosos no somos más que carne de cañón con la que experimentar. Daños colaterales en su carrera implacable por dominar y controlar a todo ser viviente que habite este planeta.
Así que basta ya de utilizar la excusa de que todo lo que hacen es por mi seguridad porque es MENTIRA, otra más en la larga lista de patrañas en la que se sustenta esta farsa. Por mi seguridad y, mucho menos por mi bienestar, no están velando:
Así que ya basta de vendernos la moto de que todas estas medidas restrictivas, insanas y sinsentido son por nuestra seguridad porque no es cierto.
Si de verdad les importase nuestro bienestar, más vale que metiesen mano a la industria alimentaria y a la farmacéutica, entre otras, que se están lucrando a costa de nuestra salud. Si queremos gozar de una salud de hierro, sólo podemos hacer una cosa:
PRACTICAR UN ESTILO DE VIDA SANO ACORDE A NUESTRAS ADAPTACIONES BIOLÓGICAS.
Claro que era de esperar. Estos que supuestamente velan por nuestra seguridad, no pueden permitirse que nos descontrolemos y, por eso, nos sueltan la correa un poquito pero sin exagerar, no vaya a ser que se descubra todo el pastel: que nunca ha existido una pandemia y que lo único que siempre han pretendido es meternos el miedo en el cuerpo y en la mente para poder seguir mangoneándonos a su antojo.
Su famoso eslogan «Es por tu seguridad» con el que llevan bombardeándonos continúa, machacona y constantemente desde hace varios meses cuando vamos a cualquier sitio público para tener manga ancha para imponernos restricciones y prohibiciones a diestro y siniestro, es la típica excusa que todos los gobiernos dictatoriales esgrimen para justificar sus actos.
Con el pretexto de esa falsa pandemia están pisoteando y vulnerando constantemente nuestros derechos. Lo último es el famoso «pasaporte sanitario europeo», un arma biopolítica, cuyo único fin es seguir controlándonos aún más y seguir recortando nuestras libertades y nuestros derechos contando con el beneplácito de muchas personas que, aunque admiten que hay muchísimas incongruencias, siguen apoyando a estos malhechores, sometiéndose a ellos como fieles y sumisos corderitos, aceptando toda clase de chantajes como ponerse una vacuna como requisito imprescindible para poder trabajar o viajar con tal de volver a su «antigua normalidad» ignorando el hecho de que esta cesión continúa de sus derechos va a ser su perdición.
Lamentablemente, no se dan cuenta de esta triste verdad o, tal vez, prefieren ignorarla ya que no es algo fácil de aceptar: hace mucho tiempo que la inmensa mayoría de los gobiernos del planeta dejaron de velar por nuestra seguridad y, mucho menos, por nuestro bienestar. Se han apuntado al carro de esta farsa sin hacer preguntas para así poder justificar estas draconianas medidas de «seguridad» argumentando que es la única manera de protegernos de este «virus súper maligno» que supuestamente está arrasando con la mitad del planeta.
Por la única seguridad y bienestar por la que se preocupan es por la de que sus bolsillos estén bien repletos de dinero sin importarles un bledo los daños y perjuicios que esto conlleva. Al fin y al cabo, para esta panda de prepotentes egoístas codiciosos no somos más que carne de cañón con la que experimentar. Daños colaterales en su carrera implacable por dominar y controlar a todo ser viviente que habite este planeta.
Así que basta ya de utilizar la excusa de que todo lo que hacen es por mi seguridad porque es MENTIRA, otra más en la larga lista de patrañas en la que se sustenta esta farsa. Por mi seguridad y, mucho menos por mi bienestar, no están velando:
- Me imponen el uso de la mascarilla en todas partes impidiéndome respirar, un derecho inalienable de todo ser humano.
- Me prohíben moverme libremente y relacionarme con otras personas usando un test que ni diagnostica la enfermedad ni nos dice si una persona es contagiosa o no.
- Me chantajean para ponerme una vacuna como requisito imprescindible si quiero trabajar o viajar, convirtiéndome en una cobaya humana.
- Me amenazan constantemente con nuevas cepas o futuras pandemias para seguir justificando estas supuestas medidas de seguridad.
Así que ya basta de vendernos la moto de que todas estas medidas restrictivas, insanas y sinsentido son por nuestra seguridad porque no es cierto.
Si de verdad les importase nuestro bienestar, más vale que metiesen mano a la industria alimentaria y a la farmacéutica, entre otras, que se están lucrando a costa de nuestra salud. Si queremos gozar de una salud de hierro, sólo podemos hacer una cosa: