Cada año en el mundo más de 1.000 millones de personas tienen la gripe de toda la vida. Sólo en los EE.UU. hay más de 600 millones de resfriados y en todo el planeta  miles de millones. Sin embargo, el sistema, a raíz de la crisis sanitaria de la COVID-19, quiere imponer la idea de que han desaparecido de la faz de la tierra. Para lograrlo utiliza los medios de comunicación oficialistas para que cada día y cada hora bombardeen al ciudadano con la idea de que ya no hay gripe ni resfriados. De esta manera, se asienta la creencia que la COVID-19 es muy letal, contagiosa y va a estar entre nosotros toda la vida.

Cuando una persona tiene los síntomas habituales de un resfriado o una gripe entra en pánico creyendo que tiene la covid y, por tanto, es “muy contagioso” y puede acabar en la UCI. Entonces, sin dudarlo un instante acude como un poseso a una farmacia a los llamados centros de salud para hacerse un test y, si tiene la mala suerte de salir positivo, el diagnóstico será que tiene la covid. Tendrá que aislarse y estar confinado entre 7 a 14 días.

El sistema ha creado intencionadamente un pánico e histeria generalizados entre la población, imponiendo unas ideas y un protocolo sanitario y gubernamental respecto a la COVID-19 contra el sentido común que atentan contra los derechos fundamentales y las leyes biológicas.

La gripe y los resfriados no han desaparecido siguen con nosotros. Están aquí desde que el ser humano habita este planeta hace ya cientos de miles de años y seguirán con nosotros otros tantos cientos de miles de años. Lo que ha desaparecido es la ética y la vergüenza. El sistema sabedor de la ignorancia generalizada en el ámbito de la salud impone enfermedades, elimina otras y crea protocolos contra natura. No importa, la gente sumisa e ignorante lo acatará sin rechistar aunque no tenga sentido.

Los resfriados o la gripe no es algo que cojas sino es algo que creas. El actor es el cuerpo. Los virus o bacterias pueden estar ahí. Es lógico porque tenemos billones dentro del cuerpo pero no son la causa. Es el cuerpo el que crea estas crisis orgánicas purificadoras. Cuando aumenta la toxicidad (TOXEMIA) en tu interior tu cuerpo reacciona intentando eliminarla para purificarse. Las vías habituales que utiliza son la respiratoria (mocos, tos, flemas), la urinaria (orina fuerte), la intestinal (diarrea). Esta eliminación suele ir acompañada de fiebre en un intento de quemar las toxinas más rápidamente. Este proceso puede gastar mucha energía vital por lo que puedes sentir fatiga y cansancio. Cuando sucede lo sensato es descansar mucho y mantener la calma. Comer poco o ayunar. Beber solo agua. Abrir las ventanas. Con el paso de los días esta crisis orgánica pasará y te sentirás mejor.

La TOXEMIA proviene de los hábitos insanos que practicamos a nivel físico y emocional que privan de energía vital al organismo y le añaden toxinas: Una mala dieta. Una ingesta diaria excesiva. Beber bebidas insanas. Dormir poco. Fumar. Beber alcohol. La ansiedad. El estrés, medicación,  etc. Por tanto, los resfriados y la gripe son consecuencia de un cuerpo saturado de toxinas y enervado.

 La medicina ortodoxa interpreta que estos estados los provocan los virus ya que están ahí. Lógicamente están ahí porque el cuerpo humano alberga billones de virus y bacterias en toda su estructura. Convive con ellos cada segundo. No puede escapar de ellos. Las moscas que revolotean sobre las heces que están en la acera no son la causa de que estén ahí, son la consecuencia. El culpable es el perro que defecó ahí. Sin embargo para la medicina oficial, ¡la causa de las heces son las moscas!

El sistema quiere normalizar su invento de la COVID-19 porque quiere un cambio en el paradigma social. Para ello hace creer que han desaparecido  los resfriados y las gripes y sólo existe la covid. Esta normalización provoca que las personas sean más sumisas para vacunarse una y otra vez ganando miles de millones las farmacéuticas. Se vendan millones de test de antígenos y de mascarillas. Se vea normal y necesarios los confinamientos, la distancia social, la imposición del pasaporte covid, el teletrabajo,  la violación de los derechos fundamentales, etc.

Una forma de contrarrestar este ataque frontal del sistema a nuestra integridad como seres humanos es la CONSCIENCIA. A una persona consciente no se la puede manipular.

Cuando tengas un resfriado o la gripe alégrate porque es un proceso curativo del cuerpo en el que te liberas de toxinas, aumenta tu energía y tu cuerpo está exhibiendo vitalidad.

FUENTE: Os recomiendo la lectura de mi libro EL MITO DE LOS R ESFRIADOS y de mi libro COVID-19 CONTRA NATURA.