En esta ocasión hablamos de una planta de peculiares características que en principio fue utilizada como planta ornamental y no terapéutica. Posteriormente se descubrió que su raiz era comestible, aunque eso sí, relativamente, pues hasta hace poco no era muy apreciada y aún se la conoce como «hierba del asno», ya que eran éstos animalesquienes la consumían con agrado.

Sin embargo, a principios de los años ochenta fue investigada más exaustivamente y se puso de manifiesto que el aceite de onagra posee unas excelentes propiedades medicinales. Entre estas cualidades, el aceite extraido de sus semillas es muy rico en ácidos grasos polinsaturados, entre los que destaca el ácido linoléico en más de un 70%, y el ácido linolénico en más de un 7%, éste último desempeña un papel muy importante en el organismo al ser un ácido graso esencial, es decir, imprescindible para el organismo, como precursor químico de las prostaglandinas, unas sustancias descubiertas recientemente que realizan importantes funciones metabólicas. El ácido linolénico y su derivado inmediato, la prostaglandina, son indispensables para la establididad de la membrana celular, para el desarrollo del sistema nervioso, para el equilibrio del sistema hormonal y la regulación de los procesos de coagulación sanguinea. Es por esto y por ser el vegetal conocido con las proporciones más notables de ácido linolénico, que le hacen muy interesante para utilizarlo como tratamiento de enfermedades o trastornos de distinto tipo como:

• Aumento del colesterol y en hiperlipemias

• Trastornos de circulación como hipertensión y aumento de la agregación plaquetaria, pues puede actuar como preventivo de accidentes cerebrales vasculares y de infartos de miocardio, ya que dilata las arterias e impide la agregación plaquetaria y la formación de coagulos

• Trastornos ginecológicos: Irregularidades del ciclo menstrual, síndrome premenstrual, insuficiencia ovárica.

• Afecciones del sistema nervioso como: enfermedad de Parkinsosn, esclerosis en placas, afecciones degenerativas neuronales,etc..

• Trastornos de la conducta, como niños irritables,nerviosismo, neurastenias.

• Transtornos reumáticos: Artritis y otros artritismos

• Problemas de origen inmunitarios: Alergias, asma, eczemas o dermatitis

• Problemas de la piel. Acné, sequedad de piel y mucosas, fragilidad de uñas...