El Dr. Herbert M. Shelton, en “The Story of Infant Nursing,” Hygienic
Review, nos dice:
"La leche materna tal y como la extrae el bebé directamente de
la fuente materna sin la interferencia de un intermediario,
es extraida de las células vivas que la producen con el propósito específico de nutrir al bebé. Es introducida directamente en el estómago del bebé a la temperatura en que sale del pecho, sin oxidación o contaminación. Sus ingredientes y características físicas están especialmente adaptadas no sólo a las necesidadase de los órganos digestivos del bebé humano sino también a las necesidades nutritivas del bebé. Incluso está diseñada para educar a los órganos digestivos del bebé."
El único alimento perfecto para un bebé es la leche de su
propia madre. Desde luego, en ciertas circunstancias, no es
posible para la madre dar el pecho (de esto hablaremos más
adelante). Sin embargo, la mayoría de las mujeres pueden dar el
pecho a sus hijos y deberían hacerlo si quieren tener el bebé más
sano posible.
De nuevo el ilustre Dr. Herbert M. Shelton, en "Baby´s First Years,"
Hygienic Review, nos comenta:
“La Naturaleza ha previsto que el bebé sea amamantado.
Ha equipado a la mujer con glándulas que producen leche y
la mujer normal posee instintos que la llevan a amamantar a su bebé. Al mismo tiempo, el mismo bebé está equipado con instintos que le hacen buscar el pecho materno y extraer su alimento de esta fuente.”
Hay muchas ventajas en dar el pecho a los niños que examinaremos
en la próxima sección. También hay algunos mitos que rodean
las ventajas de dar el pecho. Uno de estos es la idea de inmunidad.
La mayoría de los libros o artículos sobre el tema de dar
el pecho afirman que la leche materna produce inmunidad en
el bebé lactante hacia ciertas enfermedades.
Por las anteriores lecciones que tocaban el tema de la
inmunidad probablemente sepa que no podemos ser inmunes a nada.
Si las causas de la enfermedad están presentes en nuestras vidas,
sufriremos enfermedad. Lo mismo se aplica a los bebés.
Dar el pecho hace que los bebés sean más fuertes y más
sanos que -con tal de que la madre posea una buena salud
y el bebé no sea alimentado con alimentos insanos además de
tomar el pecho y no sea expuesto a influencias medioambientales insanas-estará libre de enfermedades.
Otra afirmación hecha en los libros y artículos mencionados anteriormente es que dar el pecho previene el cáncer de pecho. De nuevo, si las causas que conducen al cáncer están ausentes de nuestra vida, el cáncer no ocurrirá. Quizás el hecho de que la mayoría de las mujeres que dan el pecho a sus bebés están más concienzadas con la salud que las que les dan el biberón es la explicación de la tasa más baja de cáncer de mama entre estas mujeres.
Sin embargo, a pesar de estos mitos hay muchas ventajas en dar el pecho a sus bebés.
Ventajas de dar el pecho:
Hace varios años, el Dr. Randolph Paine del departamento de costumbres familiares de la universidad de Iowa llevó a cabo un estudio. Analizó a 40 bebés que tomaban el pecho y 66 bebés criados con biberón durante un periodo de seis meses desde el nacimiento. Descubrió que los bebés que tomaban el pecho visitaban la médico una media de 1.6 veces debido a enfermedades. Los bebés criados con biberón visitaron al médico 2.8 veces durante este periodo, es decir, casi el doble que los otros.
Otros estudios han demostrado que los bebés que tomaban el pecho tienen seis veces la probabilidad de vivir durante su primer año de vida que los bebés criados con biberón. El noventa por cien de todas las muertes infantiles se dan en los bebés criados con biberón.
Los bebés que toman el pecho son vigorosos y sanos y es menos probable que desarrollen enfermedades -sobre todo las supuestas enfermedades contagiosas. Los bebés que toman el pecho es menos probable que tengan problemas intestinales y molestias gastrointestinales.
La leche materna está siempre lista -no requiere ninguna preparación y siempre está disponible. No contiene suciedad o contaminanción y no necesita ninguna preparación o medición. Está siempre fresca y no puede deteriorarse.
La leche materna es más barata que la leche artificial (no le cuesta nada) y le permite pasar más tiempo con el bebé porque emplea menos tiempo preparando, esterilizando, calentando, cocinando y limpiando después de dar el biberón.
La leche materna es la fórmula perfecta para el sistema digestivo del bebé. Se asimila rápidamente y es fácil de digerir, permitiendo que el bebé tenga más energía para que el cerebro y el cuerpo se desarrollen mejor.
Un bebé tiene una inagotable necesidad de ser amado. Darle el pecho le demuestra que es amado. Le da una sensación de seguridad al ser acunado estrechamente cuando toma el pecho. Dar el pecho proporciona intimidad y calidez -un contacto íntimo que vincula a la madre con su hijo.
Dar de mamar al bebé después del parto ayuda a que el útero de la madre se contraiga a su tamaño normal más rápido. Esto impide una hemorragia excesiva después del parto.
Los bebés que toman el pecho es menos probable que tengan estreñimiento o que tengan trastornos cutáneos y enfermedades respiratorias. No tendrán ninguna de las supuestas “alergias” tan comunes en los bebés criados con biberón. También se verán libres de gastroenteritis, envenenamiento de la sangre, y tendrán menos problemas dentales más adelante.
Si una mujer está dando el pecho sólamente, es decir, no da al bebé otra cosa que no sea su propia leche, su ovulación se postpondrá al menos dos años. Esto significa que si tiene relaciones sexuales durante la lactancia, no se quedará embarazada tan pronto. De este modo, no serán necesarios métodos artificiales para el control de la natalidad.
Otra ventaja de dar el pecho a los bebés es que sus heces no oleránn mal. Tendrán un olor dulce y serán más blandas y de un color amarillo en vez las heces duras, de color oscuro y mal olientes de los bebés alimentados con biberón. La razón de esto es que la leche materna se digiere fácilmente y no se pudre en el cuerpo del bebé.
A pesar de las muchas ventajas de dar el pecho, no garantiza una buena maternidad. Son necesarias muchas más cosas a parte de proporcionar el mejor alimento al bebé.
Además hay que saber más cosas sobre dar el pecho como cuándo, con qué frecuencia, bajo que circunstancias, y cuánto, etc. De todo ello hablaremos más adelante en esta lección.
La lactancia artificial:
La lactancia artificial se hizo popular al creer que era más limpia, de alguna manera mejor que la leche materna. También se consideraba ventajosa para la mujer ocupada -no tenía que estar con el bebé todo el tiempo para darle de comer. Otra persona podía darle el biberón tan bien como ella. La permitía ir a trabajar.
Sin embargo, por lo que podemos ver, no hay ninguna ventaja en la lactancia artificial. Incluso si una mujer tiene trabajar hay maneras de dar el pecho a su bebé. Puede extraer a mano su leche antes de ir a trabajar por la mañana o la noche antes y congelarla. Estará allí para que la persona encargada de dar el biberón la saque y la deje a temperatura ambiente con antelación y que esté lista para el bebé cuando tenga hambre.
Sin embargo, hay muchísimas desventajas en la lactancia artificial. Una es que puede conducir a la obesidad. Los carbohidratos artificiales en las fórmulas son formadoras de hábitos e incrementan el consumo de dulces artificiales posteriormente. Las fórmulas aritificiales contienen mucha sal que puede conducir a la deshidratación de los bebés y a la toxicidad. Hay altos niveles de plomo en las fórmulas procedentes de las latas de hojalata en las que se envasan.
La lactancia artificial es un enfoque antinatural para hacer frente a las necesidades nutritivas del bebé. Conlleva un horario, biberones (que pueden llegar a contaminarse fácilmente), una preparación complicada, un gasto de energía preciosa, un gasto de tiempo, etc. Una madre tiene que preocuparse con la fórmula que usa, cómo prepararla, cómo usarla, con que frecuencia darla, si tiene o no tiene que coger al bebé, etc. Y, en el mejor de los casos, todos los fabricantes pueden proclamar que su fórmula es “la más parecida a la leche materna.”
Los bebés criados con biberón es más probable que desarrollen enfermedades. Las presuntas reacciones “alérgicas” hacia la leche como eczema son comunes. Muchos trastornos nutricionales son causados por las fórmulas ya que la leche materna no puede duplicarse. Nadie conoce todos los componentes de la leche materna, y, por lo tanto, las fórmulas es probable que sean deficientes en uno o más elementos necesarios. Se descubrió que una fórmula era deficiente en vitamina B-6 después de que se descubriese que esta vitamina está presente en la leche materna.
Las fórmulas son difíciles de digerir para el bebé. Por lo tanto, se gasta mucha energía para descomponerlas en una forma utilizable y menos energía es dirigida hacia el crecimiento y desarrollo del bebé.
Los bebés criados con biberón que son alimentados con leche de vaca a menudo tienen molestias intestinales y gástricas debido a que la leche de vaca no está adaptada al sistema digestivo del bebé. La leche de vaca contiene más grasa, más calcio y mucho menos tritópfano (un aminoácido) y lecitina que la leche materna. El triptófano y la lecitina se usan para construir los cerebros y los nervios. El calcio se utiliza para construir los huesos. Esta es la razón por la que la leche de vaca tiene los componentes que tiene -la estructura ósea de una vaca se desarrolla rápidamente, y su cerebro y sistema nervioso no están tan bien organizados. Por otro lado, un bebé tiene unos huesos relativamente pequeños y tiene un cerebro más grande y muy bien organizado con una perfección de los sentidos y control corporal. Los bebés alimentados con leche de vaca básicamente tienen cerebros más blandos y es menos probable que sean tan inteligentes como los bebés a los que se les da el pecho. El exceso de grasa y de nata en la leche de vaca también produce molestias digestivas al bebé.
La leche de vaca contribuye al endurecimiento de las arterias y a la presión sanguínea alta más adelante en la vida. También puede causar un calcio sanguíneo bajo en el recién nacido, una sobrecarga en los riñones del bebé al tener que expulsar los excesos de proteínas, diarrea, infecciones respiratorias, etc. Los problemas con las amígdalas y las adenoides también son comunes entre los bebés criados con leche de vaca.
Sin embargo, en ciertas condiciones anormales, puede llegar a ser necesario para la madre incluir leche de vaca o de cualquier otro animal en la dieta de su bebé. Estas serán incluidas más adelante.
Otro problema con la leche embotellada es que no cambia con las necesidades hormonales y nutricionales del bebé en desarrollo. Los fabricantes de fórmulas para bebés no pueden duplicar los cambios en la composición o vólumen que tienen lugar continuamente en la leche materna a medida que su bebé crece.
Sin embargo, la leche materna no puede ser imitada en el laboratorio. Para empezar la Naturaleza la hizo perfecta, y no hay un sustituto perfecto o casi perfecto.
Preocupaciones y aprensiones comunes sobre dar el pecho:
Algunas mujeres sienten que porque sus pechos son pequeños serán incapaces de amamantar a sus bebés. Creen que si tuvieran pechos más grandes serían capaces de producir más leche. Esto, definitivamente, no es verdad.
Otras mujeres piensan que dar el pecho echará a perder la forma de sus pechos. Esto no sería así si la mujer se cuida -comiendo bien y haciendo ejercicio. Pero, si fuera cierto, -¿qué es más importante la forma de sus pechos o la salud de su bebé?
La creencia de que si su madre o su abuela fueron incapaces de dar el pecho, usted tampoco podrá, carece de fundamento. Ninguna enfermedad o disfunción es hereditaria. Sus características son completamente independientes de las de su madre.
El temor de que su leche no sea lo bastante rica también carece de fundamento. Estudios llevados a cabo han demostrado que incluso la leche de las madres insanas, demacradas es mejor que las fórmulas artificiales.
¿Y qué pasa si no produce leche suficiente? Si esto ocurre, dé el pecho a su bebé más a menudo ya que de este modo producirá más leche. Coma abundantes frutas jugosas para producir buena leche.
No hay manera de que su bebé pueda ser “alérgico” o sensible a su leche. Si ha comido alimentos picantes, alimentos procesados, etc., pasarán a la leche y el bebé reaccionará con toda seguridad de forma negativa. Por ello es importante para la madre comer bien y evitar las sustancias tóxicas. (Ver Lo que no se debe hacer mientras se da el pecho.)
Puede preguntarse si su bebé está obteniendo leche suficiente. Si su bebé está creciendo, tiene energía, duerme bien, y muestra otras señales de salud, no se preocupe. Dé de mamar unos diez minutos en cada pecho durante cada toma si el bebé quiere mamar ese tiempo y esto será más que suficiente. La sobrealimentación es un problema mucho mayor que una alimentación insuficiente.
Si tiene hijos mayores que han sido amamantados y especialmente si todavía se acuerdan, tiene que ser muy cuidadosa para manejar la situación. Los niños más mayores necesitar ser informados con antelación (antes del nacimiento) de que van a tener un nuevo hermanito y que también va a tomar el pecho tal como ellos hicieron. Los niños más mayores tienden a estar celosos cuando ven como arrulla al bebé en su pecho. Muestreles lo mucho que les ama cuando pueda para calmarles.
Existen algunos problemas especiales para las mujeres que han tenido un bebé prematuro o una cesárea. Un bebé prematuro puede permanecer en una incubadora hasta varios meses alimentado con fórmulas especiales de los hospitales. Si desea dar el pecho cuando su bebé vuelva, todavía puede. Necesita extraer su leche a mano mientras el bebé está en la incubadora para asegurar que su suministro de leche siga fluyendo. Cuando reciba a su bebé, necesitará una mayor intimidad y nutrimento que un bebé a término. Puede mamar muy débilmente al principio y será necesario mucha persuasión y paciencia por su parte para conseguir que mame.
Una mujer que haya sido sometida a una cesárea ha recibido una anestésico y no está en tan buena forma como si hubiera dado a luz por la vagina. Debería esperar hasta que haya eliminado toda la anestesia antes de dar el pecho ya que puede introducirse en el suministro de leche. Supondrá más paciencia y persistencia para conseguir la leche ya que las indicaciones naturales de un parto vaginal no están presentes. Sin embargo, tendrá un montón de leche buena y rica si come bien y se relaja.
Otra aprensión de las madres es que deberían dejar de dar el pecho si están enfermas. Las probabilidas de que los bebés amamantados enfermen no son tan grandes como para preocuparse. Si se ponen enfermos, probablemente no tendrán el apetito que tenían cuando estaban bien. Simplemente extraiga a mano la leche para que el suministro de leche siga fluyendo.
Si se pone enferma, todavía puede amamantar a su bebé. Su bebé ya está acostumbrado a usted y a su composición biológica. No enfermará por mamar de usted.
Si siente que está demasiado nerviosa para dar el pecho, tome algunas clases de relajación o técnicas de meditación antes del parto. Esto le ayudará a relajarse mientras da el pecho porque es cierto que si está tensa, su suministro de leche puede verse afectado.
Si tiene pezones invertidos, tiene un problema especial -aunque no imposible se resolver. He visto a mujeres con este problema dar el pecho normalmente. Saque fuera los pezones regularmente antes del parto para que se vayan acostumbrando. Necesitan estar fuera para que el bebé pueda agarrarse a ellos. También dejarlos expuestos al aire y a la luz del sol entre quince a diez minutos varias veces al día ayuda a que salgan fuera.
Muchas mujeres pueden sentirse sensible respecto a las actitudes culturales hacia dar el pecho -familias que le disuaden de dar el pecho porque creen que es “demasiado animal” o sensual. Algunos pueden encontralo molesto y sentir que es una interferencia con la relación marital. En este caso, trate de explicar a su marido con antelación porqué es importante dar el pecho al bebé y quizás pueda convencerle para que lea libros sobre el tema. Es importante no tener gente a su alrededor que se oponga a que de el pecho mientras está haciéndolo. El bebé puede captar estos sentimientos. Intente no permitir que las actitudes de otras personas le hagan estar tensa mientras da el pecho o le disuadan de hacerlo. ¡Sea fuerte!
Fuente:
EL SISTEMA HIGIENISTA DE LA SALUD, Copyright @ 1986 LIFE SCIENCE INSTITUTE. La Ciencia de la Nutrición, NOVENA PARTE:
BEBÉS Y NIÑOS SANOS. QUINCUAGÉSIMA SEXTA LECCIÓN:La alimentación normal
de los bebés;La alimentación de los bebés en circunstancias
anormales hasta la edad del destete. PROFESORA: Joyce M. Kling. Traductora:
Natividad Casado Sierra. Editorial Higea: www.higea.org