
Artículos derechos humanos:sobre el ataque
a las torres gemelas
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Acuso a Bush de ser el cerebro de
los actos terroristas del 11 de septiembre
por Gloria Gaitán (Comunistes de Catalunya)
los actos terroristas del 11 de septiembre
por Gloria Gaitán (Comunistes de Catalunya)
El Presidente Bush, sin disponer de prueba alguna, solo basándose en especulaciones e inducciones no corroboradas por la contundencia de una demostración probatoria, ha acusado a Ossama Ben Laden, jefe de la organización al-Qaida, de ser el autor intelectual de los horrendos atentados del pasado 11 de septiembre contra el WTC y el Pentágono. Ningún hecho contundente nos demuestra que Bush está señalando al verdadero culpable del reprobable hecho que cobró la vida de mas de 6.000 personas, en su gran mayoría gente humilde y corriente, que ninguna responsabilidad tenía con el oprobioso sistema de prepotencia mundial - que ya no solo de potencia - esgrimen los dirigentes de los Estados Unidos.
Partiendo el Presidente Bush de un delito como es el prevaricato, al llevar al mundo a una guerra que le costará a la humanidad nuevas vidas inocentes, comenzando por los soldados norteamericanos que en su mayoría serán reclutados dentro de las minorías étnicas que residen en los Estados Unidos, al señalar sin pruebas a Ben Laden como el responsable de estos condenables atentados y teniendo los dirigentes el papel de darle ejemplo de conducta al resto de los ciudadanos, me siento autorizada por el Primer Mandatario de los Estados Unidos para, con base en presunciones y sospechas y sin ningún elemento probatorio contundente, señalarlo a él como el verdadero responsable de este atentado contra el pueblo de los Estados Unidos.
Quiera el destino que Dios me proteja de las represalias que tomará este Hitler del siglo XXI, quien se atrevió a declarar que quien no estaba con la política bélica de los Estados Unidos estaba con los terroristas...!
A principios de este año Bush viajó a Europa para solicitar el apoyo de la Unión Europea, y de los gobiernos miembros, a su plan de conformación de un escudo antimisiles para prevenir un posible ataque de algún potencial enemigo. Tanto el Parlamento Europeo como Tony Blair y Chirac, entre otros, sacaron con cajas destempladas al presidente estadounidense, quien regresó a los Estados Unidos desprovisto del apoyo que buscaba para reactivar la economía norteamericana, ávida de una importante inversión en la producción de armamentos para inyectarle un nuevo dinamismo a una economía en abierto camino hacia la recesión. El argumento en que se fundamentaban los europeos para no aceptar el reto de Bush era que el mundo unilateral presente carecía de enemigo y que, por lo tanto, una carrera armamentista para reactivar la Guerra de las Galaxias era un costo de una inutilidad absoluta. Había, entonces, que construir un ENEMIGO.
Como lo declaró la semana pasada al canal francés TV5 el General Lacoste, antiguo director de los servicios de inteligencia de Francia, la caída del Muro de Berlín los despojó de un enemigo y el derrumbamiento de las Torres del World Trade Center se los restituyó. ¿Quién mas interesado que Bush en inventarse un enemigo invisible, pero temible y poderoso, para movilizar al mundo entero a favor de su Guerra de las Galaxias?
¿Quién ha olvidado la quema del Reichstag a manos de Hitler para emprender su cacería de brujas e imponer el Tercer Reich? La noche del 27 de febrero de 1933, cuando faltaba menos de una semana para que el pueblo alemán acudiera a las urnas, el edificio del Parlamento Alemán, el Reichstag berlinés, fue incendiado y sufrió graves deterioros. Adolfo Hitler, quien tan sólo un mes antes había sido elevado a canciller, acudió al tiempo que los bomberos para observar el desenlace. Antes que la policía hubiera concluido sus interrogatorios, Hitler proclamó a los cuatro vientos que el incendio significaba el despertar de la hidra comunista y que se disponía a actuar inmediatamente contra la amenaza. Antes del amanecer del 28 de febrero, la policía arrestó a más de 4,000 adversarios del nazismo. Ese mismo día, Hitler asumió poderes excepcionales "para la protección del pueblo y del estado" que ya no abandonaría hasta su muerte. Sin dilaciones, comenzó la disolución de los partidos políticos de oposición.
Mediante decreto presidencial, aceptado por el gabinete y el Reichstag, se suspendieron "hasta nuevo aviso" las libertades de expresión, de prensa, y de reunión; la inviolabilidad del domicilio, del correo y del teléfono; se confiscaba a discreción del Gobierno la Propiedad Privada y se introducía la pena de muerte para una amplía gama de crímenes.
Hitler había tenido la precaución de justificar su poder (y ahora sus medidas) erigiéndose en encarnación de la voluntad del pueblo; de hecho no se apoderó del Gobierno por la fuerza, aunque a la postre suprimió las libertades democráticas. La crisis económica había afectado no sólo a la clase obrera, sino también a la pequeña burguesía: empleados, comerciantes, artesanos, creando un enorme ejército de descontentos que terminarían apoyando a los nazis.
Hitler y Goebbels hablaron por toda Alemania ante grandes multitudes, insistiendo en que solo el nacionalismo salvaría al país de la anarquía roja. El 5 de marzo, los nazis se alzaron con la mayoría. Pronto los comunistas fueron expulsados de la legislatura y algunos diputados socialistas fueron arrestados bajo falsas acusaciones. Se disolvieron los sindicatos. Las SA y SS empezaron a construir campos de concentración para prisioneros políticos. Al año siguiente se llevaría a cabo la sangrienta purga de Ernst Roehm y sus seguidores y Hitler obtendría el control de las fuerzas armadas; Hindenburg moriría y el dictador asumiría los poderes de presidente y canciller. Apenas había transcurrido una semana desde el incendio del Reichstag, cuando Hitler empezó a construir cuidadosamente el Tercer Reich.
La utilización de la propaganda fue clave en este proceso como lo es ahora con el caso del atentado del 11 de septiembre último. Cuando en la noche del pasado jueves 20 de septiembre, Bush se dirigió al Congreso en un discurso exclusivamente contruído con slogans, al final de cada una de los cuales miraba a su público con ojos de satisfacción obscena, no podía yo menos que recordar algunas de las normas aplicadas para la imposición del fascismo que Hitler resumía así: "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel intelectual a la capacidad receptiva del menos inteligente de los individuos a quienes se desee vaya dirigida. De esta manera, es menester que la elevación mental sea tanto menor cuanto más grande la muchedumbre que debe conquistar". Esto debía ser así porque "la capacidad receptiva de las multitudes es sumamente limitada y su comprensión escasa...".
Por ello Hitler pedía que los discursos claves fueran de "pocos puntos", "presentándolos en forma de gritos de combate... aun cuando esto no coincidiera con la realidad de los hechos como era, no obstante, la verdad".
Les pido a mis ocasionales lectores que lean el discurso pronunciado por Bush, que anexo al final de este escrito, para que vean que se trata de una intervención de "pocos puntos", presentado en forma de "gritos de combate", aun cuando estos no coincidan con la verdad como la afirmación de que "El que no está con los Estados Unidos está con los terroristas".
Pero hay algo mas: el camino para la construcción de un ENEMIGO (que ayer en la Inquisición se le calificó de BRUJAS, en medio de la Guerra Fría de COMUNISTAS y ahora, en la Era del fascismo de Bush de TERRORISTAS), era un proceso que venía gestándose de tiempo atrás.
¿Cómo explicarse que en el Congreso sobre la Infancia que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en Panamá, el tema esgrimido fundamentalmente por la delegación norteamericana fuera la lucha contra el TERRORISMO? ¿Qué relación tiene esta lucha con la redención de nuestra infancia famélica y sin derechos? Y algo mas sospechoso: el pasado viernes 7 de septiembre, a tan solo cuatro días del atentado, como lo reporta el periódico El Tiempo de Bogotá a principios de esta semana que termina, el Departamento de Estado reunió a todos los representantes de los países acreditados diplomáticamente en los Estados Unidos para advertirles que quien no se uniera a la lucha de los Estados Unidos contra el TERRORISMO, sería considerado como su enemigo.. "El que no está con los Estados Unidos está con los terroristas"...
Me dirán algunos que solo los fundamentalistas islámicos o los kamikazes japoneses son capaces de suicidarse en un acto terrorista, no así un norteamericano. Eso no es cierto. Los televidentes de televisión por cable vimos horrorizados, hace pocas semanas, un programa profusamente documentado donde se denunciaba cómo la CIA venía entrenando, mediante el uso de sustancias psicotrópicas, hipnosis e intervenciones neurológicas, a agentes robotizados para adelantar operativos suicidas que incluían actos terroristas. Señalaban que en la actualidad cursa una denuncia del hijo de uno de estos agentes de inteligencia que murió en el proceso de robotización a que fue sometido. Cada agente era preparado para actuar incondicionalmente en la ejecución de órdenes emanadas de la jefatura de la CIA, así el acto les costara, incuestionablemente, la vida.
¿Cómo afirmar que los responsables de los atentados eran los pasajeros árabes que se encontraban en esos aviones? ¿Cómo no pensar que con antelación, a determinados chivos expiatorios, los incentivaron para tomar clases de aviación y los indujeron a tomar esos aviones?
El lema que ahora difunden los canales de televisión norteamericanos es: "done sangre y compre productos norteamericanos". Todo un programa político para incentivar la economía gringa exacerbando los sentimientos nacionalistas y la xenofobia. ¿Qué diferencia existe entre los métodos de manejo de la psicología de masas que emplea ahora Bush a la que usó Hitler? ¡Ninguna!
Quiera Dios que por miedo no callemos lo que nuestro corazón siente y sabe. No podemos, como en la Alemania nazi, que sucumbamos ante el temor. Nuestro silencio en vida podemos pagarlo con el silencio de la muerte que ocasionará la guerra que promueve Bush, el Hitler del siglo XXI.
¿Especulaciones todo esto? No cabe duda. Pero, en lo único en que se diferencian mis elucubraciones de las de Bush y su equipo, es que, como desenlace de mi afiebrada imaginación, yo no cometo prevaricato, porque no castigo con sangre, lágrimas y duelo a la humanidad bajo el pretexto de hacer justicia, cuando lo que se busca es reanimar una economía en recesión y apuntalar el poder prepotente del Imperio Norteamericano.
Bogotá, septiembre 22 de 2001
*Nota de Comunistes de Catalunya
Gloria Gaitán es hija del lider revolucionario colombiano asesinado en 1948 por la CIA para impedir su llegada al poder a través de unas elecciones democráticas que, sin lugar a dudas, las tenía prácticamente ganadas. De este crimen político arranca la actual situación de Colombia en la que el imperialismo yanqui está interviniendo abiertamente con su terrorismo inigualable contra el pueblo trabajador y todas sus organizaciones.
Fuente:
Este artículo ha sido recopilado de la web: http://www.rebelion.org .