Dicen que España es la reserva natural de Europa, o eso se pretende, pero el español medio, aunque tienen muchas virtudes, adolece de un grave defecto: su grado de sensibilización hacia los problemas medioambientales es muy bajo. Esto incluye su entorno más inmediato, es decir, sus animales de compañía, que son cruelmente maltratados y abandonados con demasiada frecuencia. Se estima que en nuestro país 200.000 animales de compañía acaban "tirados" en la calle cada año, con todo lo que esto supone de sufrimiento para ellos. La mayoría muere después de una larga agonía por atropellos, enfermedad, hambre, frío...

¿Qué solución se está dando a este grave problema?. Desde la Administración tan sólo se mira el aspecto sanitario y la imagen, por lo que su única preocupación es mantener las calles "limpias" de animales. El número es tan elevado que la solución más cómoda, rápida y barata es exterminarlos en las perreras municipales.

Trapo es un perrito que llegó a nuestro centro con una cuerda tan apretada que estuvo a punto de ahogarle, y que le produjo esa tremenda herida.	Afortunadamente, ya está totalmente recuperado y ha sido adopado.

La Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANAA) surge en 1992 como reacción a esta injusticia. La asociación desarrolla su actividad en la Comunidad de Madrid y funciona gracias al trabajo de los voluntarios que dedican altruistamente su tiempo libre a esta labor. ANAA cuenta con un centro de adopción de animales abandonados, donde se acogen y mantienen más de 500 animales al año hasta que son adoptados por una familia. Recogemos animales en condiciones penosas, podríamos contar mil historias para no dormir: animales atropellados, heridos, enfermos, maltratados, con amputaciones, intentos de ahorcamiento, cachorros vivos en cubos de basura...

La situación es muy dura y somos muy pocos los que luchamos por el bienestar de los animales en nuestro país. La misma falta de sensibilización causante del maltrato y los abandonos, hace que nuestra causa cuente con poco apoyo, lo que se refleja en dos importantes aspectos:

• la ayuda económica es muy escasa, lo que obliga a la asociación a mantenerse en unos niveles de pura subsistencia, que impiden cualquier posibilidad de crecimiento.

• el n1 de adopciones es muy bajo, lo que hace que la estancia media de un animal en nuestro centro sea de meses e incluso de años. Esto limita a unos 500 el número de animales que podemos acoger cada año, ya que el centro está siempre lleno.

Hay cientos de animales abandonados en las calles y en las perreras municipales y hay que ayudarles ya. Esa es la función inmediata de las asociaciones, pero no es ni debe ser nuestra única función, centrarse sólo en eso es poner parches y ahogarse en este problema sin fin sin llegar a resolverlo. Por ello en ANAA pensamos, siempre dentro de nuestros modestos límites, en la solución del problema atacando su raíz: la superpoblación de animales y la falta de concienciación de la gente. En este sentido ANAA entrega sus animales esterilizados y desarrolla campañas de esterilización de animales de compañía a precios muy reducidos dirigidas a los propietarios de los mismos, divulgando las ventajas de este método. Respecto a la educación de la población ANAA intenta fomentar la adopción y difundir el respeto hacia los animales de compañía y hacia la naturaleza en general, escribiendo artículos en prensa y participando en programas de radio y televisión, siempre sin incurrir en gastos de publicidad, ya que queremos que nuestros fondos redunden directamente en los animales que acogemos.

Ruperta es una galga que llegó a ANAA con una pata gangrenada, a causa de una herida desatendida, cubierta con un tarpo sucio y atada con una goma de bicicleta.	Nuestro veterinario tuvo que amputársela y Ruperta, feliz de librarse del horrible dolor, vivió feliz corriendo por nuestro albergue hasta que fue adoptada.

Qué pueden hacer para ayudarnos?. Hay tres maneras fundamentales de contribuir a paliar nuestro problema:

• adoptando un animal de nuestro centro. Si el número de adopciones se eleva podremos acoger más animales a los que salvaremos de una muerte segura en la calle o en una perrera municipal. El objetivo final es que las asociaciones benéficas podamos absorber todos los animales abandonados y estos no lleguen a las perreras.

• participando como voluntario en el mantenimiento del centro de adopción y en las actividades que desarrolla la asociación.

• asociándote a ANAA. Cualquier cantidad que se aporte es una ayuda necesaria para mejorar las condiciones de vida de nuestros animales y para poder asegurar nuestra labor a largo plazo.

FUENTE: ANAA (Asociación de Amigos de los Animales)