Hoy, es día 24 de diciembre, por la sierra norte madrileña sale el sol, el cielo azulado se mezcla con nubes blancas, no hace mucho frío, el ordenador ha arrancado, al ir al baño he podido encender la bombilla para alumbrarme. He abierto la nevera que conserva la temperatura fría para beber un poco de agua. He realizado una llamada desde el móvil. Me he asomado por la ventana y en las calles veo gente paseando y coches circulando. Parece que todo mantiene la normalidad. Aún así, he bajado a la calle por si en realidad eran alucinaciones mías. He tocado varios árboles. He ido a una panadería y he comprado un par de barras de pan, después he hecho cola en un establecimiento de loterías para cobrar mi décimo agraciado con el reintegro. He hablado con otros seres humanos. Incluso he acariciado a varios perros y he visto varios pájaros volar. Parece que el mundo sigue, la vida sigue, todo sigue. Entonces, ¿por qué tanta histeria con las Profecías Mayas?¿Por qué dar tanto poder a ello? Las Profecías Mayas, en realidad, no hablan de un fin del mundo sino del final de una etapa, de una era para entrar en otra más espiritual.

Las cosas en el Universo no funcionan así. Hay Leyes inmutables y perfectas, como la Ley de Causa y Efecto, que controlan todo lo que sucede a nivel físico, biológico, psíquico y espiritual. Gracias a estas leyes podemos conocer por ejemplo la posición de los planetas, de la luna, el movimiento de las galaxias, de las estrellas de aquí a 50 años. Todo se rige por la sabiduría, armonía y perfección absolutas del Universo. El planeta Tierra no está exento de esta máxima, ni tampoco, obviamente, los seres humanos que habitamos en él. Si no vivimos acordes a las Leyes del Universo, suceden consecuencias que se van manifestando hasta alcanzar un punto máximo de inflexión que provoca un CAMBIO TOTAL.

En general, los seres humanos estamos degradando el planeta por nuestra manera de vivir tan antinatural, egoísta y materialista a nivel físico, psíquico y espiritual. Hay una degeneración humana donde cada vez hay menos valores y ética. Cada día contaminamos el aire, el agua, la tierra. Destruimos miles y miles de hectáreas de bosques, selvas provocando la desaparición de valiosa flora como los necesarios y vitales árboles que recogen el dióxido de carbono y nos regalan oxígeno, y, aniquilamos sin pestañear millones de especies de animales e insectos. Se matan y tortura en mataderos y laboratorios a millones de animales cada día, lo que les provoca un sufrimiento atroz y agónico, para incluirlos, entre otras cosas, en la dieta, la cual, y esto lo sabe y lo ha dicho la comunidad científica hace ya décadas, puede provocarnos enfermedades graves como el cáncer y dolencias cardíacas, pues tienen demasiadas toxinas, colesterol, grasas saturadas, proteínas de reacción metabólica ácida, a expensas de la fibra, carbohidratos, agua, vitaminas, minerales. La explotación ganadera consume millones de recursos económicos, ecológicos y energéticos, contamina el agua, el aire con cantidades enormes de gases como el dióxido de carbono, el metano, etc. La industria petrolera e industrial otro tanto, participando en esta destrucción constante y casi imparable.

Esta forma de vivir tan desconectada de la sabiduría del Universo, provoca desequilibrios en la sociedad donde cada año mueren millones de personas en el mundo por desnutrición. Más de 2.000 millones de personas están en el umbral de la pobreza. El negocio bélico, el primero a nivel mundial, provoca guerras, pobreza, millones de muertes, injusticias económicas. Muchas familias con sus hijos se quedan en la calle y viven de la mendicidad mientras se tiran millones de kilos de comida y hay millones de casas vacías que podrían acogerles.

Actualmente en el planeta Tierra se emiten más energías negativas (EGOÍSMO) que positivas (AMOR). Llegará un momento que esta dinámica sea insostenible y provocará, lo que hemos citado antes, un CAMBIO TOTAL. Por el camino que vamos llegará un día que prácticamente todos y todas no tengamos comida para comer, agua para beber. Cuando no podamos casi respirar el aire tan contaminado, cuando apenas queden bosques, árboles, animales. Cuando las temperaturas bajen hasta que sean glaciares. Las personas creen que vamos a una época donde las temperaturas subirán, sí y no. Efectivamente, las temperaturas están subiendo, el efecto invernadero, y los polos se van derritiendo, esto provoca un aumento del caudal de los mares y océanos por los millones de litros de agua procedentes del deshielo, lo cual hace que el agua esté menos salinizada y, por tanto, las corrientes, como la del Golfo, que suben las temperaturas, como en Europa, no puedan movilizarse y su efecto disminuya, bajando entonces las temperaturas globales, pudiendo llegar a temperaturas extremas.

Necesitamos un cambio de conciencia, pero este cambio no sucederá por arte de magia o una profecía milenaria. El ser humano va a seguir con su egoísmo, su avaricia, su ambición, su nivel destructivo. Las multinacionales, la industria, la banca, los sistemas financieros, los gobiernos, seguirán igual, no quieren renunciar a su poder y sus beneficios. Tanto ellos como el resto de seres humanos no vamos a cambiar por que sí, por las buenas, un día determinado, porque una profecía de tal cultura lo diga. El ser humano cambiará cuando la Tierra sea prácticamente inhabitable y, por tanto, las circunstancias le obliguen. Esta etapa de sufrimiento estará presente en la vida diaria en todas partes. La escasez y el sufrimiento nos obligarán a reflexionar. Esta reflexión nos conducirá a un nivel de conciencia nuevo, a un estilo de vida natural, más sencillo, espiritual. Muchas personas no lo soportarán y morirán, sobre todo, aquellas aferradas al estilo de vida anterior, es decir, el actual.

Recordemos que el planeta Tierra no nos necesita para vivir. Sin seres humanos la Tierra seguiría, obviamente mucho mejor. La Naturaleza surgiría de nuevo con plenitud donde la fauna y flora vivirían en paz y en armonía con las Leyes del Universo. Los restos de la civilización humana irían desapareciendo. Los edificios se caerían. No habría luz artificial. Las carreteras desaparecerían, etc. Volvería la paz.

Ojalá no lleguemos hasta esa etapa final y antes podamos entre todos cambiar nuestras conciencias para convertir esta sociedad en una sociedad fraternal, amorosa, natural y solidaria, pero, me temo que, y así ha sido siempre, con palabras bonitas y con profecías no avanzaremos. Sólo una crisis importante e irreversible provocará que EVOLUCIONEMOS con muchas dosis de paciencia y sentido común. El Universo te da lo que te mereces, ni más ni menos.

Nadie nos salvará, nos salvaremos nosotros/as mismos/as pero quizás necesitemos ayuda de seres de las estrellas cuando llegue el momento. Obviamente, pensar que en el infinito UNIVERSO vivimos solo nosotros y que no hay ninguna otra civilización más avanzada, es ridículo. Y pensar que como no somos capaces de recorrer inmensas distancias cósmicas, no existe alguna tecnología que sí pueda, es ridículo también.

Empecemos AHORA a cambiar, viviendo una vida más en ARMONÍA con la NATURALEZA, más SENCILLA, con VALORES de PAZ, AMOR y COMPASIÓN. No solo nos sentiremos mejor y transmitiremos unas energías muy positivas a los demás y el entorno, sino que, estaremos preparados para los momentos más complicados que llegar llegarán.

AMOR, PAZ y LUZ para TODOS/AS.

José Manuel Casado.-